Llegan a su triste ocaso
aquellos buses endemoniados
los que a nadie hacían caso
los que nunca serán olvidados
El busero le metía la pata
al "caterpila" sin más piedad
y las doñitas gritaban asusta das
¡¡¡desgraciao- baja la velocidad!!!
A dónde irá mi amigo el pavo
con su peculiar voz de grillo
que por un par de centavos
guindaba del bus sin culillo
la barra apretaban los buays
haciéndose los locos en la movedera
le rozaban el culito a los pays
y cero excusa ante la quejadera
Los obreros que esperaban
subían al bus con peripecias
de un salto arriba quedaban
dejando a Saladino sin destreza
Extrañaré esas violentas regatas
con el bus lleno hasta la tuza
donde el chof le metia la pata
y te sentias como en montaña rusa
Y ese miedo a sentarte atrás
en la cueva oscura del lobo
que se activaba en la madrugá
donde eras víctima de un robo
Luto y dolor en los diarios
era el pan de cada dia
los buses parecían sicarios
eran el terror de la vía
Ya no habrá mas corredera
no habrán ya buses diablo rojo
solo pendejas chivas parranderas
porque Metro Bus es lo que cojo
A muchos niños llevaron
y todos viajamos con ellos
muchas generaciones lo usaron
hasta finalizar con los yeyos
Esta poesía de bus ya termina
porque esta época se va
hasta aquí dejaré la rima
recordando el "échense pa tras.."
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